APRENDIENDO A EXPRESAR LAS EMOCIONES

 

No permitir que los demás sepan lo que pensamos es tan poco considerado como no escuchar los pensamientos y sentimientos de los otros.

                                                    P. JKUBOWSKI.

       A veces pensamos que en el tema de expresar los sentimientos nadie puede decirnos cómo hacerlo, pues es un asunto personal en el que no caben fórmulas. Ciertamente, el modo como se expresa es un asunto personal; sin embargo, hay formas más saludables que otras para hacerlo. Cuando comprobamos que estamos actuando bien, al mismo tiempo, vamos sintiéndonos mejor con nosotros mismos y con los demás.

 

       Para lograr lo anterior, las siguientes recomendaciones pueden ser de gran utilidad:

  1. Acostúmbrese a formar frases que comiencen por:  “quiero”, “me gusta”, “no me gusta”, “me siento”.

      Intente que estas palabras estén presentes en sus conversaciones cotidianas, hasta que formen parte de su lenguaje y no le resulten extrañas.

 

2.    Trate de comprobar el significado o los sentimientos que se ocultan en comentarios de otra persona, tales como:    “Sentías que te criticaba cuando dije…?

 

  1. NO deje pasar situaciones confusas sin darse a la tarea de acláralas.  Si algo  le ha molestado, etc., pida la aclaración que corresponde inmediatamente. Es mejor que aprenda a expresar la molestia en el mismo momento, que quedarse con el bichito dándole vueltas.  

 

     4.  Procure acostumbrarse a usar frases que refuercen al otro, especialmente si  algo le  ha agradado, comuníqueselo. Si esa persona es de su aprecio,  con mayor razón.             Comuníquelo.  Resulta más difícil expresar lo positivo que lo negativo.

 

5     Como alternativa a estallar en ira ante una discusión le recomiendo que se aprenda de  memoria estas palabras:  “Estoy enfadado porque…”   “Me gustaría que”

 

6.    Si   le  cuesta mucho expresar sentimientos, ponga atención en su conducta externa mientras lo esté haciendo:   cómo modula la voz, intentado hablar lentamente. Fijarse en su respiración, puede realizar una inhalación de aire profunda antes de comenzar cada frase, de seguro que las palabras saldrán con más facilidad. Observe su postura y sus manos, y así lo que más pueda tener presente. Procure mantenerse relajado en todo momento.

La idea de prestarle atención a su conducta externa hace que no esté tan pendiente de lo que tiene que decir, y al mismo tiempo, le ayuda a decir las cosas con más tranquilidad y de forma más adecuada.

 

7. Una buena expresión de los sentimientos personales debería de contener: necesidades, sus deseos, sus derechos y cómo le afectan las múltiples circunstancias de la vida en su persona. No debería contener reproches, ni deseos de herir, ni tampoco de autocompasión.  Estas últimas enmascaran sus sentimientos y no contribuye a que la otra persona, ni usted mismo, puedan entenderlo bien.

DEL LIBRO:     El  profundo dolor del adiós de Carolina Maomed D.